Patrones en el Caribe
y ahora del mundo. República Dominicana, con son de invicto, conquistó el
martes por primera vez la corona del Clásico Mundial de Béisbol al vencer 3-0 a
Puerto Rico en la final de la tercera edición del torneo.
Ganar el título era
una misión de importancia monumental para los dominicanos y cumplieron.
Fernando Rodney ponchó a Luis Figueroa, abanicando la brisa, para el último
out, y consiguió su séptimo rescate del certamen.
Fue el fin de un
torneo en el que Puerto Rico superó todas las expectativas. Señalado para no
sobrevivir la primera ronda, los boricuas se convirtieron en el verdugo que
eliminó a tres potencias: Venezuela, Estados Unidos y Japón.
Pero nunca pudieron
contra el muro dominicano. Tres veces se enfrentaron con sus tradicionales
rivales y perdieron en las tres, incluyendo reveses por 4-2 en la primera etapa
y por 2-0 en la segunda. Dominicana también manda en cuanto a títulos de la
Serie del Caribe, al frente 19-14 sobre los boricuas.
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