ATP CATEGORÍA MASCULINA
El tenista Rafael Nadal saboreó de nuevo el triunfo en este idílico 2013 cosechando su 25º título de Masters 1.000 tras vencer (6-2, 6-2) este domingo en la final de Montreal al local Milos Raonic, su tercer título en un torneo en el que reaparecía el español desde su temprana eliminación en Wimbledon y que supone el octavo 'mordisco' de la temporada para el mallorquín.
Tras el varapalo en el tercer 'grande' del año, donde cayó en la primera ronda y en tres sets ante Stever Darcis, Nadal reapareció a lo grande, escalando al número tres del mundo. En el undécimo torneo de un año que arrancó en febrero una vez recuperado de ocho meses de lesión, el de Manacor disputaba su décima final. Además, desde el pasado Indian Wells, uno de los cuatro Masters ganados este año, Nadal no jugaba en la superficie dura, la más 'dañina' para sus rodillas pero en la que lleva un récord de 10-0.
Después de superar una final anticipada este sábado en las 'semis' ante el número uno del mundo Novak Djokovic, Nadal tuvo una placentera lucha por título. En velocidad de crucero y unos galones que asustan, el de Manacor arrolló a su inexperto rival, un Raonic con el apoyo de su público pero que se vio superado por el reto. En apenas media hora se adjudicó el primer set y en el segundo, el guión se repitió.
El cañonero local contaba con su arma preferida, pero con Nadal enfrente el brazo se le encogió. El español, que disfrutó de un buen saque durante todo el torneo, no bajó el nivel en la final y, al resto, tardó poco en hacer daño a su joven rival. Ya en el tercer juego, el mallorquín se puso por delante, consolidando la rotura después (3-1).
Después de la puesta a punto que supuso jugar contra Nole, Nadal parecía ya desde el primer juego entonado. Además, el saque de Raonic no era todo lo contundente que se esperaba, con lo que el balear pudo ampliar su ventaja con un nuevo 'break' y dominar la final con autoridad (4-1). La falta de movilidad del canadiense contrastaba con la pólvora del español, que culminó el primer parcial sin problemas (6-2).
Lejos de mejorar, el sueño de Raonic se convirtió poco a poco en pesadilla. Después de un 'break' a favor llegaron las primeras concesiones de Nadal con la final tan de cara. Sin embargo, a pesar de gozar de tres bolas de 'break', el canadiense vio cómo el español salvaba su momento de despiste para evitar la rotura. Desaprovechado el momento, el tenista local cedió su saque en el séptimo juego y Nadal cerró un nuevo éxito, el tercero en Canadá (2005, 2008 y 20013).
La final de Raonic también había sido ayer, con su duelo fratricida ante Pospisil, que le valió para ser el 10 del mundo desde el lunes. Su primera presencia en la final de un Masters 1.000 era ya un premio. Jugarla contra el mejor tenista del año, con 25 títulos en este tipo de torneos (58 en la ATP) y que este lunes será número tres del mundo, era un castigo. La leyenda de Manacor sigue creciendo, con el US Open a la vuelta de la esquina.
WTA CATEGORÍA FEMENINA
La tenista estadounidense Serena Williams se ha proclamado campeona del torneo de Toronto, de categoría Premier de la WTA, tras vencer cómodamente a la rumana Sorana Cirstea en dos sets (6-2 y 6-0) y suma de este modo el octavo título del año y el quincuagésimo cuarto de su carrera.
La número uno del mundo empezó imponiendo su ley ganando los tres primeros juegos de manera consecutiva. Cirstea reaccionó a tiempo y pudo ganar las dos siguientes mangas, pero serían las únicas que podría lograr en toda la final.
A partir de ahí Williams ganó todos los juegos que se disputaron, nueve, para alzarse con una victoria muy cómoda en una hora y cinco minutos. La inexperiencia de su rival --era la primera final de nivel Premier que disputaba-- le allanó el camino hacia un nuevo título.
La número uno del mundo sumó su tercera Rogers Cup tras las logradaa en 2001 y 2011. Con este nuevo triunfo amplia hasta 54 el número de torneos de la WTA de su palmarés y supera a Monica Seles en el noveno puesto histórico de las tenistas más laureadas en cuanto a títulos WTA se refiere. Aunque aun le queda un largo camino hasta los 167 de Navratilova, ya tiene a tiro los 55 de Lindsay Davenport y Virginia Wade.
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