FUTBOL FRANCIA LIGUE 1 JORNADA 10 CRÓNICA ENCUENTRO CAEN 1-2 OLYMPIQUE MARSEILLE

Alineaciones

Caen: Vercoutre; Calvé, Da Silva, M-King, Appiah; Adéoti, Kanté, Féret; Nangis,
Koita; Duhamel.

Olympique Marsella: Mandanda; Dja Djédjé, Nkoulou, Morel, Mendy; Romao, Imbula; Thauvin, Payet, Ayew; Gignac.

Crónica-Resumen

Fue 2 a 1 como visitante sobre Caen, gracias a un gol de André-Pierre Gignac a los 48 minutos del segundo tiempo. El Loco llegó a las siete victorias en fila.

André Pierre-Gignac, delantero de Olympique de Marsella al que durante la temporada anterior le decían Big Mac porque estaba gordo, convirtió un lindo gol a los 48 minutos del segundo tiempo y fue a dedicárselo al banco de suplentes a Marcelo Bielsa, el entrenador que lo puso en forma y lo catapultó a la cima de la tabla de goleadores y de posiciones.

El equipo del Loco, agónicamente, alcanzó la séptima victoria en fila y sigue dominando la Ligue 1 francesa. Fue 2 a 1 ante Caen, que complicó con la pelota parada y la presión, pero principalmente resistió las embestidas del líder por la figura del arquero Rémy Vercoutre, que tuvo una actuación magnífica a lo largo del partido.

A diferencia de otros rivales, el equipo de Patrice Garande intentó asfixiar la salida del Marsella para que la pelota no salga limpia de los pies de Imbula. Por momentos lo consiguieron, pero el OM igualmente generó mucho peligro y el resultado no se modificó por la gran tarde de Vercoutre. En la segunda mitad algunos jugadores comenzaron a sentir el desgaste, pero el Loco no hizo modificaciones rápidas. La misma tónica. Ataque vertical, respuesta del arquero. Sin embargo, Caen comenzó a encontrar espacios y generar peligro, por lo que el partido se puso más interesante, ya que ambos proponían.

El cero seguía dominando hasta que la pelota parada rompió el partido. Primero fue Alaixys Romao, jugador nacido en Togo, quien puso en ventaja al visitante, con un cabezazo. Pero el también africano –de Gabón– Musavu-King, ganó dos veces de arriba y mandó la pelota a la red, aunque en la primera ocasión le cobraron una finita y polémica posición adelantada. 1 a 1.

Los cinco minutos finales fueron pura emoción, porque, golpeado, el equipo de Bielsa fue por más. No quería ni merecía empatar el partido, más allá del gol mal anulado. Tiros de esquina, atajadas, rebotes. Todo se jugaba dentro del área de Caen, hasta que Benjamin Mendy, uno de los defensores, tuvo un momento de lucidez: asistió a Gignac, quien con la pierna derecha liquidó a Vercoutre en el minuto 48 y salió corriendo a festejarlo con el entrenador argentino.