Comenzó el espectáculo del fútbol en la Eurocopa de selecciones 2016 en Francia. Se abrió el telón con la selección anfitriona en el estadio de Saint-Denis, lleno a rebosar donde el público francés apoyó a su selección en el estreno de este torneo.
Un partido mucho más reñido de lo que se creyó al comienzo, que se resolvió en los últimos minutos del choque.
No se estrenó el marcador hasta el segundo tiempo, donde empezó a aparecer los grandes protagonistas del partido, Pogba, Kanté y sobretodo, Payet.
El primero ayudaba al ataque francés moviendo bien el balón y buscando buenos balones largos. Kanté era una auténtica escoba, no dejaba un balón suelto y robaba en el centro sin miramientos. Y Payet, la auténtica estrella del partido. Mucha movilidad, cayendo a ambas bandas y colocando buenas centros. El primer de ellos desde la zona izquierda del área a punto estuvo de ser gol con una volea desde la frontal de Pogba que Tatarsanu envió a córner. El segundo, balón servido desde la derecha, acabó en el tanto de cabeza de Giroud.
Rumanía no se rindió y a los 64 minutos, un error garrafal de Evra al golpear y derribar a un rival dentro del área, permitió a los visitantes igualar desde la pena máxima por medio de Stancu.
Pero cuando todo parecía indicar que terminaría en empate y la gente empezaba a criticar a Deschamps por quitar a Pogba y dejar en el campo a Payet, este se sacó un precioso disparo potente a la escuadra que sólo pudo seguir con la mirada Tatarusanu. Gol vital que le permite abrir con una victoria ilusionante en casa y para liderar su grupo.
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