El lateral derecho Alex Dujshebaev, máximo
goleador de la pasada Liga Asobal con 198 goles, ha fichado para las dos
próximas temporadas por el BM Atlético de Madrid, donde jugará a las órdenes de
su padre Talant, actual entrenador del equipo rojiblanco.
Los inicios del lateral están ligados a las
categorías inferiores del BM Ciudad Real, donde debuto en la 2009-2010 en
Asobal y en la 'Champions'. La temporada siguiente se marchó al Naturhouse La
Rioja y después al BM Aragón, donde ha firmado una gran campaña.
Abanderado de balonmano en la candidatura
olímpica para Madrid 2020, Dujshebaev es una pieza fundamental también en la
selección junior y este mes acudirá convocado para el Campeonato del Mundo en
Bosnia. En categorías inferiores se ha proclamado campeón de Europa Junior en
2012 y mejor lateral derecho del torneo; subcampeón del mundo sub-19 y
subcampeón de Europa juvenil.
Este refuerzo del Atlético se une a los del
pivote Alberto Val y los extremos Victor Alonso y Pedro Rodríguez. Alonso será
presentado este viernes a partir de las 10.30 horas y Alex Dujshebaev el
próximo lunes día 10, a las 12.00 horas, en el NH Ribera del Manzanares, según
informó el club rojiblanco.
Un deseo Madrid 2020
En la madurez, se despobló su estantería. Donde hubo
libros ahora destacan películas y, entre ellas, 'desgastada' por el uso,
'Gladiator'. "Me atrae mucho la lucha del protagonista, resistiendo para
triunfar. Hace poco la volví a ver una vez más", dice Alex Dujshebaev
(Santander, 17 de diciembre de 1992), que viste coraza y gasta espada todas las
horas del día. La batalla es su filosofía. "Yo siempre me concentro al
máximo y no quiero perder a nada. Da igual que sea por entretenimiento, con los
amigos, cuando me llaman para echar un rato al basket; o por profesión, con el
equipo de balonmano, calentando, entrenando o jugando", cierra su
presentación quien, desde la cuna, no podía ser de otra manera.
Su genética implica
virtudes únicas para la competición, pero su apellido arrastra el peaje de
corresponder a una sangre que, según la Federación Internacional de Balonmano,
es la segunda mejor posible. Talant, padre de Alex, fue honrado con la plata
individual del siglo XX, un honor que podría haber resultado una carga. No lo
es. Alex ha dejado de ser el apéndice de otra historia para estrenar capítulo a
su nombre. Escribe en primera persona, el primer éxito de cualquier hijo de
mito.
Máximo goleador de la
selección española campeona de Europa sub'20 en 2012, plata mundial júnior en
2011, subcampeón europeo júnior en 2010, forma parte de una generación que debe
tomar las riendas en los Juegos de 2020. "Sí, en Madrid", afirma Alex
desde la pasión, que blinda con argumentos: "El deporte español merece que
nos reconozcan los méritos de los últimos años, esta edad de oro. Además,
Madrid es la única gran capital que todavía no ha acogido unos Juegos, hemos
demostrado muchas veces nuestra gran capacidad organizativa... Y porque lo
necesitamos, pues la crisis le está dando muy duro al balonmano y a muchos
otros deportes".
Futbolista en pañales, jugador
de balonmano desde los cinco años, encauzado en los Marianistas de Ciudad Real
(la tradicional cantera manchega), debutó en la élite con 17 diciembres, en el
Ciudad Real que dirigía su padre. Pero se ha hecho hombre sin parapeto paterno,
primero en Logroño y, desde esta temporada, en el Balonmano Aragón de Zaragoza.
El descuadre financiero de muchos clubes es una oportunidad para talentos como
él. Los equipos, sin apenas recursos, no tienen más remedio que apostar por los
jóvenes. Así lo señala Alex, que tampoco esconde la parte oscura de este
tiempo: "La Liga Asobal ha perdido potencial. El nivel ha bajado bastante
porque muchas estrellas se han marchado. Por eso, y aunque no esté directamente
relacionado, si a Madrid le concediesen los Juegos se abriría un proceso de
esperanza. Por edad, la cita de 2020 debería ser la mía y me encantaría que
fuese en casa".
Aunque su padre fue cuatro
veces olímpico, Alex nunca le acompañó. La primera ocasión, en Barcelona, con
la CEI (heredera de la URSS), llegó unos meses antes de su nacimiento; Atlanta
1996 y Sidney 2000 quedaban demasiado lejos para un infante y Atenas 2004...
"Tampoco pude acercarme, pero viví esos Juegos con muchísima intensidad,
porque tenía presente que eran los últimos de mi padre. El partido del que más
recuerdo tengo es el España-Alemania de cuartos de final". Un partido
eterno, que se decidió más allá de las prórrogas, en los lanzamientos de
penalti y que supuso la despedida de Talant Dujshebaev, el espejo.
"Aunque yo soy
zurdo", adelanta Alex, lateral derecho (1,87 m. y 86 kg.) que, en sus
lanzamientos de recurso, en la lectura del juego y en hebras de fantasía
recuerda al progenitor, que fue líder de una España cuyo futuro se vincula a
Alex. "Me siento muy español. Nací aquí, pero además estoy muy agradecido
por cómo le ha ido a mi familia. Éste es un país acogedor, donde la gente
siempre intenta ayudar, aunque no sepa cómo". Cántabro de nacimiento,
crecido en La Mancha, madurez aragonesa, el 'cocktail' de Dujshebaev júnior se
completa con las raíces rusas, que recupera al final de la conversación.
"Yo recomendaría viajar a Moscú y San Petersburgo", señala con el
formado criterio de un estudiante de Turismo, ahora en la reserva, pues el foco
está en el deporte y en un doble sueño: "Ganar el oro olímpico en Madrid
2020".
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