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jueves, 6 de junio de 2013

BALONMANO : ALEX DUJSEBAEV NUEVO JUGADOR BALONMANO ATLETICO DE MADRID


El lateral derecho Alex Dujshebaev, máximo goleador de la pasada Liga Asobal con 198 goles, ha fichado para las dos próximas temporadas por el BM Atlético de Madrid, donde jugará a las órdenes de su padre Talant, actual entrenador del equipo rojiblanco.

Los inicios del lateral están ligados a las categorías inferiores del BM Ciudad Real, donde debuto en la 2009-2010 en Asobal y en la 'Champions'. La temporada siguiente se marchó al Naturhouse La Rioja y después al BM Aragón, donde ha firmado una gran campaña.

Abanderado de balonmano en la candidatura olímpica para Madrid 2020, Dujshebaev es una pieza fundamental también en la selección junior y este mes acudirá convocado para el Campeonato del Mundo en Bosnia. En categorías inferiores se ha proclamado campeón de Europa Junior en 2012 y mejor lateral derecho del torneo; subcampeón del mundo sub-19 y subcampeón de Europa juvenil.


Este refuerzo del Atlético se une a los del pivote Alberto Val y los extremos Victor Alonso y Pedro Rodríguez. Alonso será presentado este viernes a partir de las 10.30 horas y Alex Dujshebaev el próximo lunes día 10, a las 12.00 horas, en el NH Ribera del Manzanares, según informó el club rojiblanco.

Un deseo Madrid 2020

En la madurez, se despobló su estantería. Donde hubo libros ahora destacan películas y, entre ellas, 'desgastada' por el uso, 'Gladiator'. "Me atrae mucho la lucha del protagonista, resistiendo para triunfar. Hace poco la volví a ver una vez más", dice Alex Dujshebaev (Santander, 17 de diciembre de 1992), que viste coraza y gasta espada todas las horas del día. La batalla es su filosofía. "Yo siempre me concentro al máximo y no quiero perder a nada. Da igual que sea por entretenimiento, con los amigos, cuando me llaman para echar un rato al basket; o por profesión, con el equipo de balonmano, calentando, entrenando o jugando", cierra su presentación quien, desde la cuna, no podía ser de otra manera.

Su genética implica virtudes únicas para la competición, pero su apellido arrastra el peaje de corresponder a una sangre que, según la Federación Internacional de Balonmano, es la segunda mejor posible. Talant, padre de Alex, fue honrado con la plata individual del siglo XX, un honor que podría haber resultado una carga. No lo es. Alex ha dejado de ser el apéndice de otra historia para estrenar capítulo a su nombre. Escribe en primera persona, el primer éxito de cualquier hijo de mito.

Máximo goleador de la selección española campeona de Europa sub'20 en 2012, plata mundial júnior en 2011, subcampeón europeo júnior en 2010, forma parte de una generación que debe tomar las riendas en los Juegos de 2020. "Sí, en Madrid", afirma Alex desde la pasión, que blinda con argumentos: "El deporte español merece que nos reconozcan los méritos de los últimos años, esta edad de oro. Además, Madrid es la única gran capital que todavía no ha acogido unos Juegos, hemos demostrado muchas veces nuestra gran capacidad organizativa... Y porque lo necesitamos, pues la crisis le está dando muy duro al balonmano y a muchos otros deportes".

Futbolista en pañales, jugador de balonmano desde los cinco años, encauzado en los Marianistas de Ciudad Real (la tradicional cantera manchega), debutó en la élite con 17 diciembres, en el Ciudad Real que dirigía su padre. Pero se ha hecho hombre sin parapeto paterno, primero en Logroño y, desde esta temporada, en el Balonmano Aragón de Zaragoza. El descuadre financiero de muchos clubes es una oportunidad para talentos como él. Los equipos, sin apenas recursos, no tienen más remedio que apostar por los jóvenes. Así lo señala Alex, que tampoco esconde la parte oscura de este tiempo: "La Liga Asobal ha perdido potencial. El nivel ha bajado bastante porque muchas estrellas se han marchado. Por eso, y aunque no esté directamente relacionado, si a Madrid le concediesen los Juegos se abriría un proceso de esperanza. Por edad, la cita de 2020 debería ser la mía y me encantaría que fuese en casa".



Aunque su padre fue cuatro veces olímpico, Alex nunca le acompañó. La primera ocasión, en Barcelona, con la CEI (heredera de la URSS), llegó unos meses antes de su nacimiento; Atlanta 1996 y Sidney 2000 quedaban demasiado lejos para un infante y Atenas 2004... "Tampoco pude acercarme, pero viví esos Juegos con muchísima intensidad, porque tenía presente que eran los últimos de mi padre. El partido del que más recuerdo tengo es el España-Alemania de cuartos de final". Un partido eterno, que se decidió más allá de las prórrogas, en los lanzamientos de penalti y que supuso la despedida de Talant Dujshebaev, el espejo.

"Aunque yo soy zurdo", adelanta Alex, lateral derecho (1,87 m. y 86 kg.) que, en sus lanzamientos de recurso, en la lectura del juego y en hebras de fantasía recuerda al progenitor, que fue líder de una España cuyo futuro se vincula a Alex. "Me siento muy español. Nací aquí, pero además estoy muy agradecido por cómo le ha ido a mi familia. Éste es un país acogedor, donde la gente siempre intenta ayudar, aunque no sepa cómo". Cántabro de nacimiento, crecido en La Mancha, madurez aragonesa, el 'cocktail' de Dujshebaev júnior se completa con las raíces rusas, que recupera al final de la conversación. "Yo recomendaría viajar a Moscú y San Petersburgo", señala con el formado criterio de un estudiante de Turismo, ahora en la reserva, pues el foco está en el deporte y en un doble sueño: "Ganar el oro olímpico en Madrid 2020".

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