Albelda (La Pobla Llarga, 1977) cumple 36 años el 1 de
septiembre. El Valencia ha fichado a un sustituto, Javi Fuego, que quedaba
libre en el Rayo. Pero no era la primera vez. El club fue fichando medios de
contención para competir con él a lo largo de estos años. Los venció a todos. Y
fue salvando obstáculos, el peor los abucheos enfurecidos de la grada cuando
denunció a la entidad tras haber sido apartado del equipo por el técnico Ronald
Koeman a instancias, según entendía el jugador, del presidente, Juan Soler, con
quien había iniciado una batalla feroz en 2008. Le advirtió de su megalomanía.
Y fue marginado junto a Cañizares y Angulo. Pero de los tres castigados, fue el
único que se sobrepuso. El tiempo le dio la razón.
Y acabó conquistando otra
vez el corazón de la grada, aunque se dejara muchos jirones por el camino: el
fin de su etapa en la selección, donde fue 51 veces internacional; y la
negativa a volver a ser capitán, aunque, pasados los años, volvió a serlo.
Saboreando más el fútbol en esta última fase. Más relajado. Recordando viejos
tiempos. Como cuando asomó la cabeza por la cabina del avión procedente de
Sevilla con la segunda Liga al hombro, en 2004, las dos con Rafa Benítez en el
banquillo. Aquella imagen representaba el triunfo de un jugador de pueblo
que había desafiado y vencido a los galácticos del Madrid y del Barça. Su
buena relación con el anterior presidente, Manolo Llorente, le hubiese
facilitado un puesto en el organigrama del club.
Cualquier puesto. Pero
prefirió seguir jugando hasta el final. Dotado de un extraordinario físico
(heredado de su padre, un ciclista profesional) y un notable sentido táctico
("cuando el Valencia ataca, él ya piensa en cómo va a defender al perder
el balón", dijo Guardiola para definirlo), Albelda quiere seguir un tramo
más en activo. Le gustaría probar en el extranjero, la Liga estadounidense
preferentemente. Dolido en su orgullo por el no de su
excompañero Djukic. Es la vida. "Gracias por estos maravillosos
años", se despidió el jugador. Al igual que otros 6míticos que
le precedieron (Puchades, recientemente fallecido, y Claramunt), Albelda queda
para siempre en el imaginario de Mestalla.
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