El Athletic Club de Bilbao afrontará este martes (20.45 horas) un choque clave en sus aspiraciones en la Liga de Campeones en su visita al BATE Borisov bielorruso, un equipo modesto pero que quiere aprovechar el flojo estado anímico y de juego que azota a los de Ernesto Valverde en estos momentos.
El conjunto vizcaíno acude a Bielorrusia necesitado, no sólo de puntos, ya que de cara a intentar estar en la ronda de octavos de final y tras el empate inicial sin goles en San Mamés ante el Shakthar ucraniano, sino que también a nivel anímico, después de que las buenas sensaciones de agosto no las haya podido trasladar a este mes de septiembre.
El equipo rojiblanco no ha terminado de arrancar y ha firmado un inicio discreto en la Liga BBVA, donde tras seis jornadas sólo ha podido sumar cuatro puntos. Y es que al Athletic se le ha 'olvidado' ganar y no logra darse una alegría desde el pasado 30 de agosto, cuando se impuso 3-0 al Levante en San Mamés.
Sin embargo, desde entonces las noticias no ha sido demasiado halagüeñas para Ernesto Valverde, cuyo equipo parece estar pagando la inicial dureza de temporada y que se ha atascado además a nivel ofensivo, con sólo un gol anotado desde la victoria ante el conjunto 'granota', el marcado en Vallecas por Aduriz, el único hasta el momento con algo de acierto de cara a portería contraria.
Los 'Leones' saben que en el Arena Borisov no pueden fallar. Salir sin los tres puntos les dejaría, a la espera de lo que suceda entre el Shakhtar y el Oporto, rezagados en la carrera y con más obligaciones de las deseadas. El equipo no despertó en el derbi ante el Eibar y su peor rendimiento fuera de casa es algo que se puede pagar muy caro en Europa.
Con un largo viaje y la futura visita al Santiago Bernabéu del domingo en ciernes, el técnico extremeño debe decidir si 'refresca' su once y meter alguna rotación. Valverde tiene 'tocado' a Iraola, por lo que De Marcos parece que repetirá en el lateral y no podría dar aire a algún medio, mientras que Ibai Gómez podría ser de nuevo titular en detrimento de Markel Susaeta.
Enfrente estará un BATE Borisov, que demostró su debilidad defensiva ante el Oporto (6-0) y cuyas opciones en la 'Champions' pasan por su rendimiento ante su público, donde los de Aleksandr Yermakovich se crecen como dejaron claro en el 'play-off' ante el Slovan eslovaco al que golearon por 3-0, mientras que en otras ediciones equipos como el Milan (1-1, 2011-2012) o el Bayern (3-1, 2012-2013) no fueron capaces de ganar.
Sin embargo, los equipos de la Liga BBVA no se le dan excesivamente bien al campeón bielorruso, que ha perdido en sus ochos enfrentamientos con conjuntos españoles, una estadística que no querrán romper los de Valverde, que saben que su rival está muy rodado ya que lleva jugando previas desde julio y ya 25 choques de su liga, que domina con tres puntos de renta sobre el Dinamo Minsk.
El Athletic Club de Bilbao cayó este martes ante el BATE Borisov (2-1), un resultado justo en un partido plagado de errores defensivos que propiciaron que el equipo bielorruso sumara los tres puntos y haga que se acrecente la crisis de juego y resultados del Athletic, que sigue con su fatal inicio de temporada y se complique su futuro en la Liga de Campeones.
Con esta derrota, el equipo de Ernesto Valverde solo suma un punto en dos partidos y aún tiene que verse las caras dos veces con el Oporto y tiene que viajar a Donetsk. El equipo bielorruso, el teoría rival más asequible, ahondó en la crisis del conjunto vasco, 'dormido' casi toda la primera mitad.
Y es que, hoy en día, el Athletic es un equipo sin confianza e inseguro. La prueba de ello está en lo endeble que se mostró en defensa en el Borisov Arena. Una fragilidad especialmente acentuada en los dos laterales, Balenziaga por la izquierda e Iraola por la derecha; este último fue superado sistemáticamente por Signevich.
De esa fragilidad se aprovechó el equipo bielorruso todo el partido y la certificó en la primera parte con los dos tantos que le dieron los tres puntos. El primer tanto llegó tras un córner en el que Polyakov remató sin oposición en el segundo palo tras peinar involuntariamente un defensor del equipo vizcaíno.
En el segundo tanto, Iraola fue el protagonista absoluto. Primero porque la jugada empieza con un pase a su espalda y después porque en él tocó involuntariamente el balón que disparó Karnitski y que se convirtió en el segundo gol, que ponía el partido muy cuesta arriba para los visitantes, incapaces de encontrar su mejor juego.
A pesar de que en los laterales se hizo más latente el problema defensivo vasco, todo el entramado defensivo salió tocado del duelo de Bielorrusia. La mala racha de resultados está teniendo un efecto desestabilizador en los jugadores de Valverde, que si no encajaron más goles fue por el desacierto de los atacantes del conjunto del este de Europa.
Porque ocasiones para ampliar la cuenta tuvo el BATE Borisov, muchas de ellas fruto de la mala salida de balón de la que hizo gala el equipo vizcaíno. Sobre todo en las botas de Signevich, que fue un dolor de cabeza durante toda la noche para los bilbaínos y que pudo haber coronado su gran partido con un gol, pero no estuvo acertado en las ocasiones que creó.
En ataque, el Athletic no estuvo mucho mejor y solo dominó al BATE al final del partido, con la urgencia del empate. Fue un asedio más por la mezcla de la necesidad de empatar y del paso atrás de los locales en busca de asegurar el empate.
De hecho, el tanto del equipo español fue la única jugada de calidad que realizaron los de Valverde. Fue al filo del descanso, en una acción que empezó Iker Muniain con un gran control y acabó finalizando en gol Aduriz tras ejecutar un movimiento de delantero puro: recibir de espaldas, orientarse hacia un lado y disparo cruzado.
El gol dio aire para los segundos 45 minutos, pero los continuos ataques de los de Ernesto Valverde no fueron lo suficientemente contundentes para poner nervioso a un BATE que unió al equipo rojiblanco a su nómina de víctimas en su casa.
Mucho tendrá que mejorar el Athletic para levantar el vuelo en una competición que no perdona actuaciones como las que ha tenido este martes el equipo vasco. Además, el próximo fin de semana, los de Valverde visitan el Bernabéu, un lugar que no es propicio para empezar mejorías.
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