CRÓNICA-RESUMEN
El Espanyol volvió a ver como se le resiste el triunfo, viendo con prepotencia como siendo mejor que su rival, no llegan los tres puntos. Y todo pese a Sergio García.
Sergio García es diferente, diferente para bien. Dentro de su irregularidad tiene momentos de genialidad como el que propició el primer gol del partido. Recibió el balón, levantó la cabeza y, entre toda la defensa del Málaga, encontró el desmarque de Caicedo que marcó zafándose de Kameni.
Sergio García seguía haciendo lo que quería, mostrándose superior a todos. Controlando, aguantando, silbando pero solo hay un pero. Su físico, y el Espanyol duró lo que duró su físico. Y ayudó a ello el cabezazo de Camacho que ponía el empate en el marcador. Si hablábamos de la capacidad superior de Sergio García, debemos destacar la capacidad cabeceadora del canterano del Atlético de Madrid.
En unos últimos minutos de locura, Stuani marcó de cabeza en el 88' y, cuando ya saboreaban los 'pericos' su primer triunfo, apareció Duda para marcar el empate de falta directa en el último minuto.
Las sensaciones del Espanyol fueron mejores que en las anteriores tres jornadas pero lo que cuentan son los puntos y los ‘pericos’ siguen abajo con solo dos puntos en cuatro partidos. Con media sonrisa se va el Málaga, cinco puntos en cuatro jornadas, aguantando este empate ante un Espanyol que propuso y mereció más.
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